Carlos Barbero Cuesta

Carlos Barbero Cuesta

lunes, 1 de abril de 2013

GP Miguel Indurain



El dicho de más vale tarde que nunca me lo he tomado al pie de la letra pero bueno por  fin me dignado a actualizar.
Este fin de semana he corrido G.P Induráin y Vuelta a la Rioja.
Empezando por el principio, el día no acompañaba  mucho para la jornada a disputar por tierras navarras, vamos que si la carrera ya es poco dura de por si íbamos a tener la climatología en contra también. En la salida las típicas dudas de que si botines, chubasquero, cristales de agua…. como soy de Burgos y al frio tengo que estar acostumbrado y correr en un equipo vasco implica que al agua también lo esté, pues salimos “a pelo”, como los valientes jeje.
La carrera estuvo marcada por la fuga  en la que conseguimos meter a mi compañero Igor Merino. El pelotón iba imponiendo un ritmo que en esas carreteras y terrenos tan pestosos mezclados con el aire se convirtió en una supervivencia, cada vez que miraba para atrás allí quedábamos menos gente.
Mis sensaciones eran bastante buenas hasta que me llego la hora, noté unos calambres ha falta de unos 20 Km a meta, era el peaje que tenía que pagar por ir a una velocidad digna de autopista (aquí no hay nada gratis) y todavía quedaba la ultima pasada por el Puy antes de meta, asique allí intente cavar mi tumba de una vez arrancando en las duras rampas pero no fue hasta 5 kilómetros después en el siguiente puerto  donde quede sepultado. El consuelo que me queda es que en el pelotón ya solo íbamos 20 integrantes y allí había gente que yo he visto por la tele ganando.
Una vez perdido el tren de la carrera, los últimos 15 kms les hice despacito  a ver si conseguía engañar un poco al cuerpo y al día siguiente en Rioja no se acordaba mucho del mal trato recibido.

En el próximo capítulo contaré como fue la carrera en La Rioja.

La foto la tomo prestada de Maialen Zuazubiskar.

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